A través del taller de mineralogía que ofrece el Pabellón Minero Infantil, cien niñas y niños que asisten al campamento del Centro Comunitario Santa Lucia, conocieron propiedades físicas y químicas de minerales, adentrándose a las ciencias de la tierra.
David Ramos Félix, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) Distrito Sonora, señaló que para el sector minero es fundamental la vinculación con la sociedad e impactar de manera positiva en todos los sectores de la población, al subrayar que en Sonora la minería somos todos, por lo que es necesario que desde la niñez se conozca la importancia de la minería.
Elizabeth Araux, vicepresidenta de la AIMMGM Distrito Sonora y precursora del Pabellón Minero Infantil, explicó que estudiantes de carreras de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Sonora, (Unison) son quienes, de una manera dinámica, enseñan las propiedades físicas y químicas de minerales como la magnetita, hematita, calcopirita, pirita, barita, cuarzo, calcita, yeso, grafito y halita, así como su uso diario.
“Se les está enseñando las propiedades físicas y químicas de esos minerales, ahí se ve el color, el brillo, la dureza, la transparencia, y algunas propiedades relacionadas con la sensación de los sentidos”, expuso.
Además, indicó Araux Sánchez que los asistentes del campamento de Centro Comunitario, ubicado en la colonia El Apache, recibirán unos cuadernos de trabajo para que se los lleven a su casa, en los que vienen lecturas de los minerales que se trabajaron en el taller. Además de mochilas con útiles escolares, de las cuales 50 fueron donadas por la AIMMGM Distrito Sonora.
Por su parte, José Luis Ramírez Romero, catedrático de la Unison y quien, en las vacaciones de verano desde hace 6 años realiza en el Centro Comunitario un campamento con duración de tres semanas, en el que es apoyado con docentes y alumnos de Psicología, Químico Biólogo, Trabajo Social, Administración, Ciencias de la Comunicación, Arquitectura y Artes de la Unison; en este año, dijo, se tiene la suma de estudiantes de la escuela Normal del Estado.
“Cuando termina el campamento, y eso es cada año los niños contestan, yo quiero ser minero, yo quiero ser geólogo, yo quiero ser biólogo, yo quiero ser psicólogo. Quieren ser igual que los hombres y mujeres, personas que nos visitaron que estuvieron aquí con ellos, porque los empiezan a admirar; dicen mira que suave lo de los minerales, las rocas, se empiezan a entusiasmar. Para nosotros es muy importante las personas del sector minero, porque es lo que los niños quieren ser, y créame que de verdad impacta”, enfatizó.
Mareli, Juan y Jesús, son tres de los 100 asistentes del campamento, mismos que coincidieron que les gustó aprender sobre minerales y los usos que tienen en la vida diaria. Además de contar con hidratación, alimentación, acondicionamiento físico, clases de inglés, lengua de señas, ciencia, arte (música, danza, manualidades y pintura).