Con una gran trayectoria en el sector académico, Elizabeth Araux Sánchez es una mujer geóloga quien con tenacidad, trabajo y profesionalismo ha dejado huella en el rubro, siendo un orgullo minero.
La secretaria de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) Distrito Sonora, resaltó que, “mi familia es un orgullo y una satisfacción de completa felicidad. Desde el punto de vista profesional, la minería tiene mi corazón y la geología mi pasión”.
Con un entusiasmo que trasmite en sus palabras, la Maestra Araux Sánchez describió convencida que, la mejor carrera que pudo estudiar es la Geología, ya que “yo estoy enamorada de este maravilloso planeta y la geología se encarga de su estudio, tanto interior como exterior, además que nos ha permitido entender los componentes del universo a través de lo que aquí tenemos y conocemos”.
Recordó que la minería llegó a su vida profesional cuando entró a trabajar a una mina a cielo abierto, aplicando los conocimientos de la geología y más específicamente de los yacimientos minerales para formar parte del equipo que se encargaba de la extracción de barita en la mina cercana al poblado de Mazatán, Sonora.
También allí trabajó como geóloga de exploración y le tocó cartografiar otros depósitos de barita en los alrededores del lote minero. Comentó que posteriormente tuvo otra gran oportunidad de crecimiento personal al comenzar a trabajar en el Departamento de Ingeniería Civil y Minas de la Universidad de Sonora como docente e investigadora en la carrera de Ingeniería de Minas, llegando a encontrar su vocación.
Para Araux Sánchez ha sido muy enriquecedor adentrarse al sector académico a pesar de no tomar cursos para ser docente, sino que aprendió a la par que enseñaba a sus alumnos y tuvo la oportunidad de impartir, durante casi 35 años, materias del área de geología e incidir en la formación profesional de un gran número de estudiantes de ingeniería de minas.
Compartió que Ricardo, su esposo, también es geólogo e impartió clases en la carrera de Geología de la Universidad de Sonora, ambos coincidieron en la necesidad de contar con textos en español que fueran prácticos para facilitar el aprendizaje de las y los estudiantes, así que, basados en sus experiencias docentes publicaron varios libros como Mineralogía, Manual de Geología de Campo, Yacimientos Minerales, Petrología para Ingenieros entre otros.
Araux Sánchez es creadora del laboratorio de Mineralogía y Petrología del Departamento de Ingeniería Civil, espacio que al momento de su jubilación cuenta con una gran colección de muestras de minerales y rocas con las que se siguen impartiendo las clases.
El abrirse paso en una profesión en la que predomina el género masculino fue difícil, señaló la profesionista, pues “me tocó que un encargado no quisiera dejarme bajar junto a mis compañeros en una mina subterránea porque era mujer y traería mala suerte. También por el hecho de ser mujer me tocó luchar para obtener mi primer trabajo como geóloga de mina, ya que en la unidad minera no había ninguna mujer trabajando como ingeniera y había reticencias por parte del gerente de la misma”.
Recordó el competir por el puesto de maestra de tiempo completo en la Universidad de Sonora con tres compañeros. Ella logró la plaza y se convirtió en la primera maestra de la carrera de Minas la cual estaba conformada en ese momento solo por maestros.
“Me tocó ser el blanco de escarnio cuando llegué a ser coordinadora de la carrera de minas, siendo la única mujer en la misma. Incluso un profesor comentaba que yo tenía tres defectos: ser mujer, ser geóloga y ser joven por lo que carecía de contactos en la industria minera. Los dos primeros aspectos para mí no son defectos sino motivo de orgullo, y el tercer aspecto lo pude resolver con dedicación y tenacidad, consiguiendo en los 9 años que estuve en la coordinación de programa, muchos logros que aún persisten como el que se dotara a la carrera de un edificio propio, así como crear y equipar laboratorios mediante proyectos con apoyo externo, los cuales propuse y ejecuté con el apoyo de maestros, pero sobre todo de los alumnos”, recalcó.
Por tal motivo dijo, ella alienta a las niñas y jóvenes interesadas en carreras de ciencias de la Tierra, porque “el estudio de ciencias de la Tierra es algo que siempre se requerirá, que nuestra civilización necesita de la minería en todo momento; que tienen derecho a estudiar lo que deseen y que sientan como su vocación, que las primeras mujeres hemos recorrido un camino tratando de dejar las puertas abiertas para ellas y que cuentan con nosotras para apoyarlas”.
Además, Araux Sánchez en el 2006 creó el taller de Mineralogía para la niñez, transformándose a lo que actualmente es el Pabellón Minero Infantil, donde las y los niños tienen contacto con la minería, además de ser un programa que alienta a que se interesen por la industria minera, mismo que desde su creación ha atendido a 25 mil personas principalmente niñas y niños.
“Es un proyecto de difusión que incluye una serie de actividades que tratan de hacer que las y los niños vivan una experiencia como si visitaran una mina subterránea, iniciando por el área de exploración, siguiendo con el área de seguridad donde se le proporciona un equipo de protección personal con el que visitarán una “mina”, verán un video corto sobre lo que es la minería y su operación, llevaran los talleres de mineralogía, visitarán el polvorín donde se les explicará qué es y la seguridad que se tiene, verán algunos minerales luminiscentes, les enseñaremos a fabricar cristales, verán una exposición de minerales”, detalló.
Agregó que para concluir con el recorrido los participantes se toman una fotografía en siluetas de profesionistas del sector minero, con equidad de género, es decir, geólogas y geólogos, mineras y mineros y metalurgistas, “nos gusta insistir que los y las niñas tienen derecho a escoger la carrera que deseen y a través de este programa educativo tenemos la intención de inspirar a que estudien las ciencias de la tierra y las ingenierías, así como de inculcar la comprensión y valoración de la minería dentro de sus vidas cotidianas.
La mujer minera dijo sentirse muy afortunada al poder desarrollarse profesional y personalmente y consideró que ha podido equilibrar ambos aspectos, “mi familia es un orgullo y una satisfacción de completa felicidad. Desde el punto de vista profesional, la minería tiene mi corazón y la geología mi pasión”.