Más de 14 toneladas de ayuda para niñas, niños y adolescentes con cáncer, ha enviado el sector minero sonorense al Banco Nacional de Tapitas, con lo que se impacta positivamente en la salud de quien más lo requiere.
Martha Estrada, al donar al Colegio Lux de Hermosillo un corazón recolector de tapitas, reconoció la labor solidaria y altruista de directivos, docentes, administrativos y sobre todo de madres y padres de familia quienes se suman a esta actividad con causa.
“Lo más bonito es que se están sumando con la asociación de mineros y el Comité de Damas para seguir apoyando a tantos niños y niñas con la fundación Banco de Tapitas, con esta suma que hacemos entre todos, poniendo un granito de arena, ahora será una tapita, cada quien poniendo una tapita podemos pagar los tratamientos para cáncer de los niños y niñas, pelucas y también para cuando vienen de los pueblos a las ciudades para pagar la estancia que ellos están en tratamiento”, comentó.
La presidenta del Comité de Damas de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM) Distrito Sonora, resaltó la suma de esfuerzos de empresas mineras, proveedoras del sector y sociedad en general, quienes apoyan con el corazón a la lucha contra el cáncer, con lo que ha sido posible enviar más de 14 toneladas al Banco Nacional de Tapitas, desde junio del 2020 a la fecha.
En ese sentido, la hermana María Antonieta Toledo, directora general del Colegio Lux, explicó que el adoptar un corazón recolector de tapitas de plástico, es una política que va muy de acuerdo con la filosofía del colegio porque, “hay que ser solidarios, apoyar a quien más lo necesite y además estamos contribuyendo al medio ambiente”.
Por su parte Paola Robinson, madre de familia de dos estudiantes de la comunidad Lux, y quien gestionó la donación y adopción del corazón, explicó que en su familia ya tienen varios años reciclando este tipo de producto, luego de que su mamá padeciera cáncer, lo que la llevó a buscar un corazón para que más personas se unan a esta lucha.
“Toqué varias puertas, no todas respondieron hasta que di con ustedes (AIMMGM Distrito Sonora) y me di cuenta la labor que ustedes hacen, la labor altruista no sólo con las tapitas, por lo que decidí contactarlos y aquí estamos. Fue una cuestión familiar, mi mamá fue sobreviviente de cáncer, pero después falleció por la misma razón, inculqué a mis niños sobre ayudar a los demás. Los invito a donar se siente muy padre tener este granito de arena para apoyar a las personas que están en desventaja a comparación de nosotros”, resaltó.